👨💻 El dilema del código compartido: la encrucijada de un freelancer
- Pedro Valdés
- 26 jun
- 2 Min. de lectura
Cuando tu talento compila, pero los pagos no
En el universo freelance, compartir tu código puede ser la clave para conseguir más trabajo. Pero también puede convertirse en la trampa que te impide cobrar por tu genio. Este es el dilema moderno del freelancer creativo, desarrollador y constructor de ideas:
¿Hasta qué punto compartir es crecer… y cuándo compartir es regalar?
Hoy, los códigos no solo resuelven problemas: generan valor intelectual. Y ese valor, si no se protege, viaja sin ti, sin regalías, sin crédito.

⚠️ Cuando el “snippet” se vuelve producto
Tú hiciste el algoritmo. O el script. O la función que acelera el backend. Y la entregaste como parte de un proyecto. O incluso la subiste a GitHub bajo una licencia permisiva. Pero meses después, ese mismo código aparece:
En el backend de una startup que acaba de levantar $1M.
En un plugin comercial que se vende como solución SaaS.
En un pitch donde tu nombre ya no figura.
Y ahí llega la encrucijada: ¿Quién tiene derecho a cobrar si el código es compartido?
💡 De freelancer a autor intelectual
La mayoría de los desarrolladores freelance cobra por tiempo o entrega. Pero no por uso. Y mucho menos por valor generado.
¿Y si comenzaras a cobrar no por el código… sino por su vida útil y su impacto?
Esto ya es posible con licencias programables y contratos inteligentes que:
Ligan cada fragmento de código a una ID digital única.
Establecen reglas de uso y reuso en múltiples proyectos.
Cobran automáticamente si el código es implementado en una app comercial.
Reparten regalías si es reutilizado por terceros.
🔁 El modelo innovador: Código modular licenciado como activo
Imagina que cada fragmento de código que escribes lo registras como módulo licenciado. No necesitas ser una empresa. Basta con:
Registrar el módulo con metadata de autoría.
Definir licencias de uso: libre, comercial, open-source con condiciones.
Integrar un wallet digital para recibir micropagos por uso.
Establecer una cláusula de royalty retroactivo si tu código se transforma en producto.
✅ Plataformas como Gitcoin, AxionCoins o Radicle ya permiten este tipo de trazabilidad con split de regalías entre coautores.
🎯 ¿Cuál es el dilema entonces?
La encrucijada no es legal. Es ética y estratégica:
¿Compartes libremente para ganar visibilidad… o pides licencia para protegerte?
¿Cedes derechos por exposición… o estructuras regalías por contribución?
¿Quieres volumen o valor?
El dilema real es este:
¿Estás dispuesto a dejar que otros moneticen tu trabajo… mientras tú solo recibes likes?
🚀 Conclusión:
El código también merece regalías. Porque no solo lo escribiste… lo pensaste, lo puliste y lo hiciste útil. Y si puede escalar a millones de usuarios, entonces también puede escalar su valor.
La próxima vez que compartas un repo, pregúntate:
¿Estoy dando mi talento o estoy licenciado mi IP? Y entonces decide: si quieres ser colaborador... o coautor con regalías.




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