Casos famosos de disputas por derechos de autor… ¿y si hubieran cotizado en la bolsa?
- Brenda Carrillo
- 25 jun
- 2 Min. de lectura
En un mundo donde cada idea puede valer millones, las disputas por derechos de autor no solo son dramas legales: son también batallas bursátiles invisibles. ¿Qué pasaría si los derechos de autor fueran tratados como activos cotizables? ¿Cómo se verían en una plataforma de compra y venta de acciones? Este escenario, aunque suene futurista, ya se empieza a modelar en algunas fintech de vanguardia.

De tribunales a portafolios de inversión
Casos como el de Marvin Gaye vs. Robin Thicke y Pharrell Williams por Blurred Lines, o el de Andy Warhol vs. la Fundación de Lynn Goldsmith sobre la imagen de Prince, han capturado la atención mediática y legal. Pero imaginemos que, antes de ir a juicio, los derechos de estas obras estuvieran tokenizados y sus regalías divididas en acciones digitales negociables. Cada movimiento legal afectaría directamente su “valor de mercado” dentro de una plataforma.
La monetización de la propiedad intelectual
Hoy, en pleno auge de la economía digital, las obras creativas pueden fraccionarse como activos y venderse a través de marketplaces que funcionan como mini bolsas de valores. Algunas startups ya permiten que artistas e inventores vendan participaciones de sus derechos a cambio de financiamiento inmediato. Cada inversor se convierte en un “accionista creativo”, con posibilidad de recibir dividendos (regalías).
¿Qué hubiera pasado si...?
En el caso de Blurred Lines, los “accionistas” de la canción podrían haber perdido valor en sus participaciones al publicarse el fallo judicial a favor de la familia Gaye.
En la disputa por los derechos de Spider-Man entre Marvel y Sony, los rumores de renegociación ya hubieran provocado subidas y bajadas especulativas en sus respectivas “acciones de IP”.
Si Taylor Swift hubiera tokenizado su catálogo original, los fans no solo habrían seguido su cruzada por recuperar sus derechos… ¡también habrían comprado y vendido fracciones del portafolio como si fueran acciones en Wall Street!
Hacia un futuro donde los derechos cotizan
Las disputas por autoría ya no solo son cuestión de egos o legalidades; son temas de inversión. La propiedad intelectual se perfila como uno de los mercados más líquidos y sensibles al entorno digital. En el futuro cercano, cada lanzamiento, cada demanda, cada contrato de licencia, podrá reflejarse en una gráfica como si fuera una acción tecnológica en la bolsa.
¿Estamos listos para invertir en arte, ideas y creatividad como si fueran acciones? La revolución de la propiedad intelectual ya no está en los tribunales, está en las plataformas. Y tú podrías ser parte de ella.




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