Cómo proteger tu obra en la Unión Europea y América Latina
- Brenda Carrillo
- 19 ago
- 2 Min. de lectura
En la era digital, una idea puede cruzar fronteras en segundos. Pero, ¿qué pasa con su protección legal? Si eres creador de contenido, desarrollador, chef innovador o diseñador electrónico, conocer las reglas de juego en la Unión Europea (UE) y América Latina es esencial para evitar que tu trabajo termine en manos equivocadas.

Protección en la Unión Europea: un sistema centralizado y digital
La UE ha creado un marco legal sólido para proteger obras literarias, artísticas, gastronómicas y tecnológicas bajo la Directiva Europea de Derechos de Autor. Los puntos clave son:
Reconocimiento automático: No necesitas registrar tu obra para que esté protegida. El simple hecho de crearla ya te otorga derechos.
Duración de la protección: Generalmente, los derechos duran 70 años después de la muerte del autor.
Registro opcional: Aunque no es obligatorio, el registro digital en entidades como EUIPO (Oficina de Propiedad Intelectual de la UE) es recomendable. Sirve como prueba en caso de disputas.
Sistema único: Un registro en un país miembro te protege en los 27 países de la Unión Europea.
En un mundo gourmet y tecnológico, esto significa que una receta industrial o un diseño electrónico patentado en España tendrá protección automática también en Alemania, Italia o Francia.
Protección en América Latina: múltiples países, múltiples reglas
Aquí el escenario cambia: cada país tiene su propia normativa y sistema de registro. Por ejemplo:
México: El registro se realiza ante INDAUTOR y, aunque la protección existe desde el momento de la creación, el certificado oficial es fundamental para defender tus derechos.
Argentina y Chile: El registro es voluntario, pero altamente recomendado.
Colombia y Perú: Sus sistemas digitales son más ágiles, pero no hay un marco unificado que abarque toda la región.
En general, las obras están protegidas automáticamente bajo el Convenio de Berna, pero si quieres hacer valer tus derechos legalmente en un tribunal, necesitas el registro nacional.
Estrategia híbrida para creadores globales
La clave está en combinar registros locales y protección internacional:
Registrar tu obra en tu país de origen para tener un certificado oficial.
Aprovechar tratados internacionales como Berna o TRIPS para extender tu protección.
Usar registros digitales en plataformas reconocidas como EUIPO o incluso blockchain, que facilitan demostrar autoría de forma global.
Con esta estrategia, proteges una receta gourmet en México, un diseño industrial en Italia o un algoritmo en España… con un solo movimiento.
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