Blockchain y NFTs en el registro de obras digitales
- ANDRÉS PERAZA
- 12 ago
- 2 Min. de lectura
En el mundo digital actual, la protección de la propiedad intelectual ha dejado de ser un problema exclusivo de abogados y artistas; hoy es un desafío tecnológico que se enfrenta a copias, plagios y usos no autorizados en un entorno global. Frente a esto, la tecnología blockchain y los NFTs (tokens no fungibles) se han posicionado como herramientas innovadoras para registrar y autenticar obras digitales de forma segura y descentralizada.

¿Cómo funciona?
El blockchain es un registro distribuido e inmutable que guarda información de forma segura y verificable. Cuando un creador registra su obra en la cadena de bloques, se genera un sello de tiempo (timestamp) que certifica la existencia de esa obra en una fecha específica, imposible de modificar sin dejar rastro.
Un NFT añade una capa adicional: es un token único que actúa como certificado de propiedad de esa obra digital, pudiendo incluir información sobre el autor, los derechos de uso y hasta condiciones para su reventa. Esto no impide que la obra pueda ser vista o descargada, pero sí establece un registro claro de su procedencia y propiedad.
Beneficios para la ciencia, la agricultura y la electrónica
Ciencia: Publicaciones, descubrimientos o datasets pueden registrarse para evitar disputas de autoría y fomentar la colaboración abierta sin perder reconocimiento.
Agricultura: Planos de maquinaria, diseños de sistemas de riego o innovaciones en genética vegetal pueden resguardarse y licenciarse internacionalmente.
Electrónica: Planos, firmware y prototipos pueden certificarse antes de presentarse a inversionistas o fabricantes, evitando el robo de ideas.
Más allá del arte digital
Aunque los NFTs comenzaron como un fenómeno ligado al arte y coleccionables, su uso para el registro de obras digitales de cualquier industria abre oportunidades en licencias, comercialización y trazabilidad. En un futuro cercano, veremos cómo esta tecnología permitirá que cualquier creador —desde un ingeniero agrónomo hasta un investigador en robótica— pueda probar su autoría y monetizar sus ideas sin depender de intermediarios centralizados.
En resumen, blockchain y NFTs no son solo una moda: representan una infraestructura legal-tecnológica capaz de transformar la manera en que protegemos, compartimos y comercializamos la creatividad en la era digital.
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